miércoles, 17 de abril de 2013

8 cosas que no sabías sobre el autismo

Al menos uno de cada 150 niños sufre autismo. Te contamos ocho descubrimientos recientes sobre este trastorno cuyos principales signos y síntomas afectan a la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas.


Mal de genios. ¿Qué tenían en común
Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel Kant y Hans Christian Andersen? Según ha concluído Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés del Trinity Collage de Dublín, todos estos grandes genios de la historia sufrieron alguna forma de autismo a lo largo de su vida.

Cabeza grande. Los niños con autismo tienen más niveles de hormonas implicadas en el crecimiento (factores de crecimiento insulínicos tipos 1 y 2) que aquellos que no padecen la enfermedad. Eso explicaría por qué la circunferencia de la cabeza en los autistas es más grande, según concluía un reciente estudio de la Universidad de Cincinnati (EE UU) publicado en Clinical Endocrinology.

La reputación no importa. De acuerdo con una investigación del Instituto Tecnológico de California (Caltech), a los autistas no les importa lo que los demás piensan de ellos. Para demostrarlo, los científicos compararon su comportamiento a la hora de hacer donaciones económicas a UNICEF en dos condiciones: estando solos y cuando eran observados por otra persona. Los sujetos sanos donaban más en presencia de un observador, porque tenían en cuenta cómo repercutiría en su reputación social. La cuantía donada por los autistas, sin embargo, era idéntica en ambas situaciones. Las conclusiones se publicaron en la revista PNAS.

Procesan mejor. Los autistas tienen mayor capacidad de procesar información que el común de los mortales, lo que podría explicar el porcentaje aparentemente mayor que el promedio de personas autistas que trabajan en el sector de la tecnología de la información, afirman investigadores de Reino Unido. Además de esta mayor capacidad de procesar información, los autistas son más capaces de detectar información que se considera esencial, según el estudio, que aparecía en la publicación Journal of Abnormal Psychology.

Cara autista. El rostro de los niños con autismo tiene rasgos característicos, de acuerdo con un estudio publicado hace poco en la revista Molecular Autism. Concretamente, tienen los ojos y la boca más anchos, la zona alta de la cara más grande de lo habitual y la zona media de la cara (nariz y mejillas) algo más pequeña que la media.

Prematuros. Los bebés prematuros y los que nacen con bajo peso tienen una predisposición cinco veces mayor a desarrollar autismo que aquellos que nacen con un peso normal, según un estudio publicado en la revista Pediatrics y basado en datos obtenidos durante 21 años.

Ventajas en la prehistoria. Algunos de los genes que contribuyen al autismo podrían haber sido seleccionados en el pasado porque proporcionaban mayores habilidades en inteligencia espacial, concentración y memoria, cualidades que favorecían a quienes padecían autismo a la hora de cazar y recolectar.

Neuronas espejo. Las personas que sufren autismo tienden a tener problemas en cuanto a las habilidades sociales y les resulta casi imposible mostrar empatía al comunicarse con otra persona. De acuerdo con una investigación dada a conocer en Biological Psychiatry, se debe a fallos en el sistema de las
neuronas espejo (las encargadas de comprender y anticipar los deseos y las acciones de los demás), que no se bloquean pero se desarrollan con extremada lentitud.

La técnica del Pictograma para niños autistas

Todos sabemos, algunos más y otros menos, los problemas de comunicación que tienen los niños con Autismo.
El Autismo es un conjunto o espectro de trastornos que se caracterizan principalmente por déficits del desarrollo (de manera permanente y profundo). Afecta principalmente a la socialización, la comunicación, la expresión emocional, conductas repetitivas e inusuales…etc. Los síntomas de un niño autista son más o menos los siguientes: carencias de interacción social (muy poca o nula), estereotipias (movimientos incontrolados de algunas partes del cuerpo) y el aislamiento.
Se cree que el origen del autismo se debe a una anomalía de algunas conexiones neuronales, cuya causa se cree que es una mutación genética.

El Autismo es una patología bastante complicada, tanto para el niño que la sufre como para sus familias, las cuales muchas veces realizan muchos intentos para que el niño pueda comunicarse correctamente, y sus intentos resultan ser en vano. Son muchas las investigaciones que todavía se realizan en torno al Autismo, dado que es un tipo de trastorno que afecta a un gran número de niños, y se puede mejorar mucho su vida si se les aplican las técnicas adecuadas.

Una de estas técnicas adecuadas, que en los últimos años ha dado muchos resultados, es la técnica del pictograma. Los pictogramas son utilizados por los docentes como una forma diferente de enseñar al niño a leer, que resulta ser mucho más receptiva e impactante que los métodos tradicionales. Aprender a leer con estos materiales que combinan el lenguaje visual y escrito, además de resultar motivador para los niños, ayuda a ampliar el vocabulario y a desarrollar la comprensión lectora. La lectura con pictogramas, además, favorece el desarrollo de otras competencias básicas imprescindibles, como son la mejora de la atención, ya que el niño debe seguir el proceso de lectura con interés para intervenir en el momento en el que aparezca la representación gráfica correspondiente, y también son un elemento idóneo para desarrollar el aprendizaje significativo mediante la aplicación constante de relaciones entre significantes y significados.


Por tanto, aplicando esta técnica a niños autistas, podemos decir que sería una de las mejores técnicas probadas hasta el momento para su comunicación, ya que los niños autistas tienen muy desarrollado el sentido visual.
A la hora de realizar un pictograma para niños autistas, debemos tener en cuenta que se utilicen dibujos sencillos y con colores llamativos. Incluso se pueden usar fotografías (por ejemplo, una fotografía de su padre para asociarla a la palabra PAPÁ). No todas las palabras deben ir con dibujos, para que no se acostumbren tampoco a expresarse sólo mediante dibujos, pero al principio esto puede resultar algo complicado. Muchas veces los niños autistas no comprenden correctamente los dibujos o no los relacionan con la realidad. Aquí tenemos una aplicación que les ayuda a los niños con autismo a comprender este significado con la realidad y, concretamente con su propio cuerpo:

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=5B4mKPdBbtE#!

Y ahora os voy a mostrar un vídeo en el que aparece una canción muy conocida trabajada con la técnica del pictograma. Puede ser muy útil para trabajarlo con alumnos de Primaria o de Educación Especial que tengan problemas de comunicación, de lectura…etc. Así que ya sabéis, aplicadlo, que es un recurso bastante eficaz:
http://www.youtube.com/watch?v=pQqRdfhdPRY&feature=player_embedded

El autismo y el aprendizaje de los niños



Los niños con autismo deben adquirir las habilidades sociales y de comunicación, que no tienen, para poder relacionarse con sus iguales. Ellos no las pueden aprender por imitación, como otros niños. Hay que utilizar estrategias específicas para ellos. El ideal es una educación no especial sino especializada, en el marco de un colegio normal.  
Hay técnicas y métodos de enseñanza especializados para los niños con autismo porque tienen una característica especial, que son aprendices visuales. Por este motivo, se suele trabajar la relación imagen-objeto, porque en ocasiones los niños con autismo no hablan en parte porque no relacionan las palabras con el objeto o el significado específico. No obstante, antes de llegar a este punto, hay que enseñarles a comunicarse y antes, a tener interés en comunicarse, que es lo más difícil. Para ello, primero que hay que hacer es meterse en sus intereses, sólo así se puede captar la atención de los niños con autismo.

El aprendizaje en el colegio de los niños con autismo

Los niños con autismo van al colegio, ya sea un aula especial de autismo integrada en un colegio normal o a un aula normal con algún tipo de apoyo. Pero el resto del día, los niños con autismo están con los padres y es importante estructurarles muy bien el día, que ellos sepan qué van a hacer por anticipado, porque no tienen sentido de la ubicación ni del tiempo. Por ello, se trabajan mucho con ellos las agendas con fotos primero, y luego con pictogramas, para que sepan cuándo empiezan las cosas y cuando acaban. Las rutinas fijas les ayudan mucho y les dan seguridad. Por otra parte, a los niños con autismo les cuesta generar la imagen asociada a una palabra o a una acción, por lo que si la ven, ellos pueden interpretarla más fácilmente. Y, por último, conviene dejarles sus ratitos de autoestimulación con luces o sonidos, si así lo necesitan, porque se tranquilizan mucho. 




El rendimiento escolar del niño con autismo


El rendimiento escolar de los niños con autismo depende de muchos factores: la afectación, cuándo se empieza la terapia, cómo está de individualizada y personalizada esa terapia, cómo se involucran los padres, los profesionales... y cómo se involucra el colegio y el profesorado. Es necesario un trabajo extra en preparación de materiales y métodos de aprendizaje y no todos los colegios tienen esa disposición. No obstante, la evolución de un niño con autismo es impredecible, porque se pueden convertir en verdaderas esponjas. Einstein tenía autismo.


10 consejos para padres con niños autistas

1- Nada mejor que vivir un día tras otro, positivamente. No puedes controlar el futuro, pero sí puedes controlar el día de hoy y el ahora.

2- Jamás subestimes el potencial de tu hijo. Motívale. Ofrezca espacio, ánimo, y siempre esperes que él desarrolle al máximo sus capacidades. No te olvides de que tu hijo tiene capacidad para aprender, por más pequeña que sea.

3- Busca apoyo positivo. Familiares y profesionales con quiénes compartir experiencias, consejos y ánimos.

4- Proporciona y ofrezca a tu hijo un buen ambiente educacional y de aprendizaje, desde el principio de su infancia.

5- Considera y no dejes de lado los sentimientos y las necesidades de tu pareja y de tus otros hijos. Acuérdate que el niño autista no tendrá más amor tuyo por el hecho de que pierdas más tiempo con él.

6- En cuanto a tus decisiones y actitudes, contesta primero a tu consciencia. Luego a tu hijo. No necesitas justificar tus actos a los amigos o a otras personas.

7- Sea honesto con tus sentimientos. No puedes ser una súper madre o un súper padre las 24 horas del día. Permita a ti mismo equivocarte, frustrarte, entristecerte, siempre que sea necesario. Es inevitable para todos.

8- Sea buena, generosa y gentil contigo mismo. No te fijes solamente en lo que todavía tienes que hacer. Debes mirar para tras y ver lo que ya has conseguido alcanzar.

9- De vez en cuando aquiétate para sentir el olor de las rosas. Da valor a lo mucho que has logrado en la vida aunque para ti parezca algo normal.

10- Mantengas y jamás pierdas el sentido de humor. Reír es una de las mejores formas para evitar el estrés y el desánimo.

La familia de un niño autista

El autismo es una patología compleja del cerebro, que con lleva problemas sociales, de conducta y del lenguaje. El autismo no distingue de clase social o posición económica. Cualquier niño puede verse afectado por el autismo, una enfermedad que impacta a la familia de muchas formas.
El autismo es un enigma inquietante que afecta tanto al niño como a toda la familia. El cuidado que requiere un niño autista es muy exigente para la familia del niño(a). Los padres están expuestos a múltiples desafíos, que tienen un impacto fuerte en la familia a nivel emocional, económico y cultural. El apoyo profesional puede ayudar a lidiar con un niño con autismo. Los expertos pueden ayudar a los padres a manejar las conductas. El cuidado de un niño con autismo puede ser exhaustivo y frustrante. Desgraciadamente, no todas las familias tienen acceso a estos servicios profesionales, ya sea por falta de conocimiento o de recursos económicos.

¿Cómo impacta el autismo en la familia?


1. Salud mental. A los padres, a veces, nos deprime el sentimiento de impotencia por no saber dónde acudir.
2. Educación especial. Los niños con autismo necesitan de una
educación especial y no siempre existen centros especializados que contemplen el autismo dentro de las pautas generales del sistema educativo. Este tipo de educación especial es más adecuada para ayudar a nuestros hijos.
3. Gastos. Derivados de facturas relacionadas con consultas de médicos, psiquiatras y logopedas. Los niños con autismo necesitan diversas terapias del lenguaje, físicas y ocupacionales para mejorar su independencia y para desarrollar sus patrones sociales.
4. Medicamentos. Aunque existen medicinas para tratar el autismo, algunos fármacos se utilizan para ayudar a controlar los síntomas.
5. Relación con los hermanos. Los
hermanos de niños con autismo sufren mucho porque, a veces, sienten que se quedan a un lado.
6. Relación de pareja. Las
relacionesde pareja pasan por graves pruebas y el resultado es un alto índice de divorcios.

Reacciones de los padres ante el autismo

El autismo afecta a toda la familia. Cuando los padres tratan de describir su vida con un hijo con autismo, usan diferentes términos como: doloroso, molesto, difícil, normal, complicado, hace madurar, desilusionante y traumático son algunos de los más habituales. Lo cierto es que cada familia y dentro de ésta, cada miembro de la familia, se ve afectado por el miembro autista de una manera diferente.
El impacto que produce el autismo, además de variar en las familias, y en los individuos que las forman, cambia según la etapa en que se encuentre cada uno. El efecto del autismo es similar al que produce cualquier otra incapacidad permanente en un miembro de la familia, por lo que existen aspectos que son comunes a otras discapacidades. Ciertamente, tener un hijo autista puede ser una de las experiencias más devastadoras para los padres en particular, pero también para los otros hijos. Somete a la familia a graves tensiones y muchos de los que han logrado sobreponerse, forman hoy día parte de grupos de apoyo donde comparten sus experiencias para ayudar a otros a enfrentar la mayor fuente de preocupación, que es el miedo a lo desconocido. Con frecuencia, los padres se sienten mal por la diversidad, la intensidad y la contradicción de los sentimientos que tienen respecto al hijo autista y a la situación en la que viven. Con una ayuda eficaz, se pueden canalizar estos sentimientos para asumirlos.

Periodos críticos de transición familiar

Cada familia hace frente a este reto con su propio estilo. Sin embargo, hay elementos comunes que vale la pena destacar, y que normalmente se presentan en las diferentes etapas. Estos son los cuatro períodos críticos de transición por los que pasan todas las familias:
- Al recibir el diagnóstico
- Durante los años escolares
- Adolescencia
- Madurez

¿Cuáles son las causas del autismo?

Las causas del autismo aún se desconocen, pero existen algunas teorías que pueden explicar la enfermedad:

1. Las relaciones del niño autista con su entorno y su ambiente social. Algunos estudios relacionan el autismo con una falta de afectividad en la infancia. En ocasiones, se ha relacionado el autismo con una educación sostenida por padres distantes, fríos y demasiado intelectuales.
2. Deficiencias y anormalidades cognitivas. Parece existir alguna base neurológica en el desarrollo de esta enfermedad, aunque no está demostrada.
3. Procesos bioquímicos básicos. Se ha encontrado un exceso de secreción de serotonina en las plaquetas de los autistas.


Perfil de un niño autista

El niño autista tiene una mirada que no mira, pero que traspasa. En el lactante, se suele observar un balbuceo monótono del sonido, un balbuceo tardío y una falta de contacto con su entorno, así como un lenguaje gestual. En sus primeras inteacciones con los demás, lo primero que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de comunicación y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar, el niño empieza a parecer extraño porque no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No establece contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños autistas pueden presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos. Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva como dar vueltas o llevar a cabo movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos). Los autistas con un alto nivel funcional pueden repetir los anuncios comerciales de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a dormir.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir ataques epilépticos, lo cual hace pensar en una causa de origen nervioso.

Resumen de los síntomas que indican que el niño es autista

- Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
- Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
- Ausencia de capacidad de imitación.
- Ausencia de juego social.
- Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
- Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
- Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.
- Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.
- Anomalía en la forma y contenido del lenguaje. - Movimientos corporales estereotipados.
- Preocupación persistente por parte de objetos.
- Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.
- Insistencia irracional en seguir rutinas con todos sus detalles.
- Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.

¿Existe tratamiento?

La educación especial es el tratamiento fundamental y puede darse en la escuela específica o bien en dedicación muy individualizada ("Maternage"). Se puede recurrir a la psicoterapia, aunque los resultados son escasos debido a que el déficit cognitivo y del lenguaje dificultan la terapéutica. El apoyo familiar es de gran utilidad. Los padres deben saber que la alteración autista no es un trastorno afectivo relacionado con la crianza. Es recomendable buscar y mantener contactos con asociaciones para padres de niños autistas. Hay considerar también el tratamiento farmacológico, que deberá estar indicado por un medico especialista.

¿Se puede curar el autismo?

El autismo no tiene curación. Es un síndrome que definió en 1943 un psiquiatra de origen austriaco llamado Leo Kanner. Hoy en día, 50 años después, aún no se conocen las causas que originan esa grave dificultad para relacionarse. Se calcula que unos 350 niños en la Comunidad de Madrid conviven con el síndrome.